El Gran Día de los Vivos

El gran dia de los vivos

Por Eric Flickinger

En todo el país de México y en diferentes partes del mundo, cada año a finales de octubre y principios de noviembre, las familias se reúnen en el Día de Muertos para traer ofrendas y levantar altares con velas, comida, recuerdos y fotografías de sus seres queridos que han fallecido. Es un momento para recordar y orar por las almas de los difuntos y así ayudarlos en su travesía por el más allá. En esa época especial del año, se cree que la barrera entre la tierra de los vivos y la tierra de los muertos se disuelve, permitiendo que los espíritus de los muertos regresen y visiten a sus familiares. 

Pero la pregunta es: ¿Pueden los muertos realmente volver a visitarnos?

Podemos comenzar a encontrar la respuesta si observamos una declaración hecha por Jesús en Juan 5:28, 29: “No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación”.

¡Aquí Jesús nos dice que los muertos volverán a vivir! Al morir, serán colocados en sus tumbas, pero en algún momento resucitarán; ya sea para vida eterna o para condenación.

Pero, ¿qué harán en la tumba antes del día de la resurrección? ¿Acaso están los muertos en el cielo? Nota la declaración que hizo Pedro en el Día de Pentecostés acerca del rey David quien murió 1.000 años antes de ese día: “Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy. … Porque David no subió a los cielos” (Hechos 2:29,34).

Según Pedro, el rey David no está en el cielo. En cambio, está esperando el día de la resurrección del que habló Jesús, cuando será liberado de la muerte para vivir nuevamente. Más de 50 veces en la Biblia, la muerte se compara con un sueño (Salmo 13:3, Job 14:12, Juan 11:11, 1 Corintios 15:51). Hasta que Jesús decida interrumpir ese sueño, nuestros seres amados fallecidos no estarán conscientes de nada.

Notemos lo que Salomón, uno de los hombres más sabios que ha existido, tuvo que decir sobre esto: “Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol” (Eclesiastés 9:5, 6).

Eso ciertamente ayuda a explicar la reacción de Lázaro en Juan 11. Después de haber estado muerto y enterrado durante cuatro días (su hermana, Marta, incluso mencionó que el cadáver había comenzado a oler mal), Jesús lo llamó desde la tumba. Pero cuando Lázaro resucitó, no dijo absolutamente nada acerca de su experiencia en el más allá. Si Lázaro hubiera estado en el cielo durante ese tiempo, puedes estar seguro de que al menos habría protestado ante la insistencia de Jesús de que regresara a esta tierra maldita por el pecado. Pero no dijo absolutamente nada, porque no estuvo consciente durante esos cuatro días.

¿Pueden los muertos volver a visitarnos? Job 7:9, 10 dice: “Como la nube se desvanece y se va, así el que desciende al Seol no subirá; No volverá más a su casa, ni su lugar le conocerá más”.

Pero si ese es el caso, ¿con qué espíritus se comunican los médiums? ¿Quiénes se hacen pasar por nuestros seres amados fallecidos? Apocalipsis 16:14 responde: “Pues son espíritus de demonios, que hacen señales”. No pierdas el significado de esto. La meta del diablo es hacer que confíes en tus sentimientos, tus sentidos o en lo que un médium te dice, en lugar de lo que lees en la Palabra de Dios. Tus sentidos pueden llevarte a creer que tus seres queridos te están mirando desde el cielo y que de vez en cuando pueden comunicarse contigo. Pero la Palabra de Dios enseña lo contrario.

Entonces, ¿dónde está nuestra esperanza? ¿Cuándo volveremos a ver a nuestros seres amados? Jesús prometió: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:25).

Hablando del gran día de la resurrección, el apóstol Pablo declaró: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras” (1 Tesalonicenses 4:16-18; ver también 1 Corintios 15:51-55).Se aproxima el día cuando Jesús aparecerá en las nubes de los cielos y con un toque de trompeta anunciará el fin del reino del pecado. En ese día, los muertos serán resucitados incorruptibles, recibiremos la inmortalidad que tanto hemos anhelado, y Jesús nos guiará a nuestro hermoso hogar llamado cielo. Preparémonos. Será verdaderamente el día de los vivos. Realmente no hay razón para celebrar el día de los muertos.

La Segunda Venida

La segunda venida

Por Eric Flickinger

En abril de 1519, once barcos que transportaban 500 soldados, 13 caballos y al conquistador español Hernán Cortés desembarcaron en las costas de México, hogar del poderoso imperio azteca. Dos años más tarde, el imperio azteca, con una población de más de 5 millones, cedió ante Cortés y sus hombres. ¿Cómo lograron esa hazaña tan increíble? Parte de la conquista fue la alianza astuta que hizo Cortés con los enemigos de los aztecas. La otra parte fue debido a una devastadora epidemia de viruela que se desató entre los indefensos aztecas por los españoles. Y otra parte de la increíble victoria de Cortés se debió a un malentendido por parte de los aztecas de sus propias profecías. Permíteme contarte.

El rey Moctezuma II y los aztecas creían en el dios Quetzalcóatl. Según sus leyendas, este dios de barba y piel blanca vendría en un barco del este en el año 1519. No se sabe si Montezuma realmente creía que Cortés era Quetzalcoatl, pero una cosa es cierta, Moctezuma no estaba seguro de lanzar un ataque contra los españoles. Ataque que hubiera puesto fin a los sueños de conquista que tenía Cortés. En cambio, el 13 de agosto de 1521, la capital azteca de Tenochtitlán cayó en manos de Cortés, y con ello, todo el imperio azteca.

No cabe duda, una profecía malinterpretada puede tener consecuencias devastadoras, especialmente si se trata del regreso de tu dios. ¿Qué enseña la Biblia sobre el regreso de Jesucristo? Veamos lo que dice Jesús con respecto a su propio regreso y luego consideraremos cinco características que describen este gran suceso.

En Juan 14:1-3, Jesús dijo: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”. La increíble noticia que Jesús tiene para ti es que Él regresará y quiere llevarte con Él a donde está actualmente, el cielo.

Dado que este será el evento más grande en la historia del mundo, Jesús se tomó el tiempo de advertirnos sobre los engaños que circularán justo antes de su regreso. Mateo 24:23-27 dice: “Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes. Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre”. En los últimos días, el diablo tramará un engaño mortal.

Con esto en mente, veamos cinco características que describen el regreso de Cristo.

1. El regreso de Cristo será LITERAL

“Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo” (Hechos 1:9-11). Jesús regresará del cielo de la misma manera que se fue, de una manera muy real.

2. El regreso de Cristo será VISIBLE

“He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá” (Apocalipsis 1:7). Hechos 1 nos dice que Jesús ascendió en una nube y Apocalipsis 1 nos dice que regresará con las nubes. ¡Todo ojo le verá!

3. El regreso de Cristo será AUDIBLE

“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:16, 17; ver también Salmo 50:3). ¡Este evento será tan ruidoso que resucitará a los muertos!

4. El regreso de Cristo será CULMINANTE

“Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar” (Apocalipsis 6:14). “Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados” (Apocalipsis 16:20). Estos versículos describen un cataclismo nunca antes visto.

5. El regreso de Cristo será GLORIOSO

“Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria” (Mateo 25:31). ¡Imagina qué tipo de gloria acompañará a TODOS los ángeles cuando vengan con Jesús!El retorno de Jesús será el evento más asombroso de la historia y su descripción es tan clara, a diferencia de las leyendas aztecas. No te dejes engañar.

¿Tradición o la Biblia?

Por Eric Flickinger

Si barres los pies de una mujer soltera, nunca se casará.

Si sientes comezón en las palmas de las manos, vas a recibir dinero muy pronto.

No camines descalzo o te enfermarás.

Las pulseras de azabache pueden protegerte del mal de ojo.

Si un bebé tiene mal de ojo, utiliza un huevo para librarlo de los espíritus malignos.

Soñar con dientes significa que alguien va a morir.

¿Alguno de estos te suena familiar? La mayoría de nosotros suelta una carcajada al escuchar estas supersticiones, pero es muy común encontrar personas que creen en ellas. Aunque muchas de las tradiciones que nuestros antepasados han seguido no llegan a causar un daño grave, es muy problemático cuando éstas contradicen lo que la Biblia enseña, o supuestamente enseña.

Por ejemplo…

¿Cuántos hombres sabios vinieron a visitar a Jesús cuando nació? Quieres decir “tres”, ¿verdad?

¿Qué tipo de fruta comió Eva del árbol en el Jardín del Edén? ¿Fue una manzana? ¿Estás seguro?

Aquí hay otro más. ¿Cómo entraron los animales al arca de Noé? De “dos en dos”, ¿verdad?

¿Qué animal montó María cuando viajó de Nazaret a Belén? Era un burro… ¿verdad?

Si contestaste alguna de las preguntas anteriores con sus respuestas más comunes, entonces contestaste según la tradición, no según lo que enseña la Biblia. La Biblia dice que los sabios trajeron tres regalos, pero nunca dice cuántos sabios eran (Mateo 2:1, 2, 11). La Biblia también dice que Eva comió un “fruto”, pero no menciona cuál (Génesis 3:1-7). En cuanto a Noé y sus mascotas, la Biblia dice que entraron en el arca de dos en dos y en grupos de siete (Génesis 7:1, 2). ¿Y qué animal montó María? La Biblia nunca lo menciona (Lucas 2:1-6).

Si has escuchado estas cosas desde el púlpito de tu iglesia, en una publicación cristiana, o en alguna película, entonces vale la pena preguntarte: ¿Qué otras tradiciones se me han enseñado que no están basadas en la Biblia?

Si las cosas que me han enseñado realmente contradicen lo que se encuentra en la Biblia, ¿entonces qué? La primera pregunta que debemos responder es esta: ¿Podemos confiar realmente en la Biblia?

Considera lo siguiente:

Los 66 libros de la Biblia fueron escritos durante un período de aproximadamente 1.500 años por 40 personas que, en muchos casos, nunca se conocieron (incluidos reyes, pastores, recaudadores de impuestos, pescadores, sacerdotes, un médico y otros). Fue escrita en tres idiomas, en tres continentes. Y aún con esta gran diversidad, la Biblia cubre una multitud de temas y muestra una armonía notable en sus páginas.

La Biblia también contiene cientos de profecías, muchas de las cuales ya se han cumplido. En Daniel 2, se prevé el ascenso y la caída de 14 naciones diferentes y el tiempo nos ha dado suficiente evidencia del cumplimiento de esa profecía. El Antiguo Testamento también contiene más de 100 profecías que describen al Mesías, y el Nuevo Testamento nos muestra el cumplimiento de esas profecías en Jesús. Los arqueólogos continúan haciendo descubrimientos que validan las historias que se encuentran en la Biblia. Y la ciencia está alcanzando lenta pero seguramente lo que la Biblia nos dijo hace mucho tiempo (por ejemplo, que la tierra es redonda – Isaías 40:22; y que el aire tiene peso – Job 28:25).

Jesús tuvo en alta estima a las Sagradas Escrituras que basó toda su vida y ministerio en sus enseñanzas.

Mateo 4 relata cómo Él utilizó la Biblia para defenderse de las asechanzas del enemigo. Tres veces fue tentado y tres veces venció porque enfrentó cada tentación con un “Escrito está…”

Las respuestas de Jesús estaban enraizadas en la Biblia. Fue a la Palabra de Dios porque sabía que los mensajes contenidos en ella no eran simplemente pensamientos del hombre, sino palabras inspiradas por el Espíritu Santo. A lo largo de su ministerio terrenal, Jesús se opuso a los líderes judíos que intentaban imponer a la gente sus tradiciones sin base en las Escrituras. Jesús no iba a dejar que tuvieran éxito.

La Biblia no es un libro obsoleto lleno de información obsoleta. Más bien es, “… viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” (Hebreos 4:12). Apocalipsis 1:3 dice: “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca”. Vivimos en tiempos increíbles. Según la profecía bíblica, Jesús regresará pronto a esta tierra y su gran deseo es que estemos listos para ese día. Las tradiciones pueden ser tentadoras e incluso reconfortantes, pero si no están de acuerdo con la Biblia, estaremos en grave peligro si decidimos creer en ellas.